Procesionaria del Pino

Thaumetopoea pityocampa Den. & Schiff

La procesionaria del pino es un insecto lepidóptero o mariposa, de la Familia Thaumetopoeidae, que se reconoce por su cuerpo de color oscuro, cubierto de pelillos blancos y amarillentos y que en su fase larvaria se alimenta de las acículas u hojas de todos los pinos y cedros.

 

Cómo reconocer la procesionaria del pino

Los efectos más importantes de su actividad afectan a los pinos directamente, produciendo defoliaciones más o menos intensas, aunque rara vez provocan la muerte de los árboles afectados.

Estéticamente también son visibles sus efectos. Para refugiarse, las larvas fabrican bolsones muy llamativos en las ramas de los árboles, pudiendo verse incluso un año después de haber sido abandonados.

Además, afectan a la salud humana, ya que los pelillos que rodean el cuerpo de las orugas provocan irritaciones y urticarias en la piel que pueden llegar a producir, en casos extremos, trastornos de carácter alérgico muy graves a las personas alérgicas.

En las mascotas producen también efectos adversos que pueden ser más graves. Tanto es así que hay perros que han muerto por la inflamación de la glotis tras olisquear hileras de procesionaria.

 

 

CICLO BIOLÓGICO

Las mariposas hembras son las encargadas de realizar la puesta de huevos que puede variar entre 120 y 300 de una sola vez en las acículas u hojas de los pinos, que se seleccionan mediante estímulos olfativos y táctiles.

La puesta se realiza ordenadamente, formando una vaina a modo de canuto de color amarillento. Las orugas nacen 30 ó 40 días después de la puesta, y su comportamiento es gregario, por lo que se agrupan durante el día alimentándose de las hojas por la noche.

Las orugas, una vez alcanzado el estado adulto, abandonan los pinos desplazándose alineadas (de ahí el nombre de procesionaria), para dirigirse a zonas adecuadas de enterramiento que en regiones templadas o frías suelen ser los bordes o claros de los bosques.

En las zonas frías, las mariposas emergen antes que en las zonas cálidas. En verano, una parte de las orugas enterradas se transforma en mariposas, iniciando su ciclo reproductor. Las demás lo harán en veranos posteriores en función de las disponibilidades de alimento.